El turismo rural en el Departamento del Quindío y en su capital Armenia, a lo largo de los últimos años ha tenido un gran auge, Pero sólo fue hasta finales de los años ochenta y principios de los noventa, que se registró una mayor actividad, gracias a la respuesta que un grupo de caficultores dio a la crisis generada en el sector cafetero, al iniciar la explotación del turismo rural; esta modalidad estuvo soportada en una red de alojamientos que incorporaba a las fincas cafeteras y la infraestructura de servicios básicos existente